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¿Te quedas sin voz a menudo?
¿Te ha comentado el dentista que empujas la lengua hacia los dientes?
¿Observas que continúas teniendo problemas para pronunciar algunos fonemas o palabras?
¿Te atragantas y/o toses habitualmente mientras comes?
¿Notas que tienes dificultades en la lectura y/o escritura?
¿Se ha visto afectado tu lenguaje a consecuencia de un ictus o de una enfermedad neurodegenerativa?
La Logopedia en esta etapa atiende a una gran variedad de trastornos derivados de distintas causas. Algunos de ellos provienen de la infancia, como problemas de articulación, deglución atípica, …; o bien se han adquirido por otros motivos durante este periodo, como la disfonía, afasia, etc.
En cualquier caso, una afectación en el lenguaje, habla, voz y/o comunicación, supone una limitación en el día a día tanto para la persona, como para sus familiares y amigos. Por ello, nuestro trabajo se centrará en rehabilitar los procesos dañados y lograr que tengan una vida más funcional.
La intervención permitirá mejorar la calidad de vida del paciente, así como favorecer su autoestima según avanza el tratamiento. Esta mejoría se verá reflejada en su día a día y en la relación con su entorno.
En DYS Logopedia la primera consulta informativa es gratuita. Puede ser telefónica o presencial, nos comentas tu situación y te orientamos sobre los siguientes pasos a seguir.
Mediante la entrevista con el paciente elaboramos la historia clínica. A su vez, realizamos una exploración estableciendo cuál es la línea base del tratamiento y explicándole cómo se va a realizar la intervención.
Durante las primeras sesiones, continuamos con la valoración para elaborar el programa de intervención y establecer los objetivos específicos de cada caso.
La intervención siempre se lleva a cabo de manera individualizada, adaptándonos a las necesidades del paciente.
Las sesiones tendrán una frecuencia semanal, con una duración de 30 minutos a 1 hora, dependiendo del caso.
Orientamos al paciente para que el trabajo continúe en casa.
Las claves son la constancia y el trabajo conjunto. La implicación por parte del paciente es imprescindible, por ello, damos pautas y ejercicios para que refuercen el trabajo en casa.
Asimismo, desde el comienzo nos coordinamos con otros profesionales implicados en el caso.
Se realizan valoraciones aplicando pruebas estandarizadas y entregando un informe a petición del/la paciente.
La Deglución Disfuncional o A´típica es un mal hábito que consiste en empujar la lengua contra o entre los dientes al tragar cualquier tipo de alimento líquido, sólido e incluso la saliva. Normalmente, también se ve afectada la posición de la lengua en reposo. Las causas son:
• Respiración oral (respirar por la boca).
• Causas orgánicas: alteraciones de la mordida, la hipertrofia de adenoides (vegetaciones), la hipertrofia de amígdalas, frenillo lingual corto,…
• Malos hábitos orales que se hayan producido en la infancia: chupete, chuparse el dedo, succión de labios, mejillas, lengua, morderse las uñas,…
• Tipo de alimentación en la infancia y duración: uso prolongado del biberón y/o alimentos triturados.
De todo esto se desprende que la incorrecta posición lingual, provoca problemas de maloclusión, alteraciones en la articulación de algunos fonemas,…
El tratamiento es rápido y efectivo, siempre y cuando exista implicación por parte del paciente, puesto que es necesario un trabajo diario.
Durante la intervención, se establece una coordinación entre el odontólogo y el ortodoncista. En los casos donde sea necesaria la ortodoncia, será imprescindible comenzar previamente el tratamiento logopédico.
El TSH (Trastorno de los Sonidos del Habla), también conocido como Dislalia, es una alteración en la articulación de los sonidos (fonemas) y/o en el uso funcional de los mismos que afecta la inteligibilidad del habla. En función de la cantidad de fonemas alterados y el tipo de errores que presente, el habla resulta más o menos comprensible para su interlocutor.
Las dificultades pueden darse a nivel fonético y/o fonológico. En las alteraciones fonéticas, el paciente no es capaz de articular correctamente los sonidos. Existen distintos tipos de errores: por sustitución del fonema, omisión, distorsión, … En cuanto a las alteraciones fonológicas, es capaz de articular el sonido de manera aislada o en sílabas, pero no lo integra en conversación. Es habitual que ambas alteraciones coexistan conjuntamente.
Debemos tener cuidado y ser prudentes: si postergas el momento de consultar al logopeda y dejas pasar el tiempo para ver si por tí mismo/a corriges tus errores, corres el riesgo de alargar el problema, y retrasar la intervención.
Igualmente, es importante saber que es un trastorno que puede ser diagnosticado y tratado en cualquier momento.
En los adultos, el objetivo de la intervención es que los pacientes logren hablar lo mejor posible, aportándoles mayor confianza y seguridad en sí mismos al mantener una conversación con amigos y familiares.
Durante el tratamiento, realizamos un trabajo específico en la articulación de los fonemas, junto con ejercicios de la Terapia Miofuncional, que nos ayudan a fortalecer y tonificar la musculatura a nivel orofacial. Cada caso se trabaja de forma individualizada, marcando unos objetivos propios y adaptados a cada paciente. La implicación del paciente es fundamental, para avanzar en el tratamiento y generalizar los fonemas.
La Disfemia, también conocida como Tartamudez, es un Trastorno de la Comunicación que afecta a la fluidez del habla, produciendo una serie de alteraciones como: repetición de sonidos, sílabas o palabras, bloqueos, prolongaciones y pausas.
La Tartamudez tiene una base neurológica y no es originada por factores externos ni psicológicos. En caso de atribuirse a un déficit motor o sensitivo del habla, estaríamos hablando de disfluencia asociada a un daño neurológico (p. ej., ictus, tumor, traumatismo) o a otra causa médica.
Es importante destacar, que estas interrupciones son totalmente involuntarias, se presentan de forma variable y no aparecen en todas las situaciones ni con la misma intensidad. También influye el entorno y las circunstancias que rodean al niño o la niña en el momento de comunicarse. Al mismo tiempo, pueden manifestarse conductas asociadas tales como: esfuerzo y tensión muscular, ansiedad, conductas de evitación, pensamientos y sentimientos negativos, todo ello pudiendo afectar a sus relaciones sociales.
Para comprender la Disfemia, es necesario que entendamos la diferencia entre disfluencias típicas y disfluencias atípicas (Tartamudez). Por un lado, las disfluencias típicas son repeticiones que se producen en un momento determinado mientras hablamos sin presentar conductas asociadas. Sin embargo, si se observa tensión muscular en la cara, movimientos asociados de ojos, cara y cuello y/o rechazo por hablar ante ciertas personas o situaciones, nos indican que estamos ante un cuadro de Tartamudez.
Con el paso del tiempo, en una persona adulta, este trastorno puede causar ansiedad y frustración, viéndose afectadas sus relaciones sociales y su calidad de vida. Por ello, nuestro trabajo debe centrarse en distintos aspectos, con objeto de que dominen el control del habla, comprendan y acepten su tartamudez, sean capaces de enfrentarse a diferentes situaciones,... adquiriendo estrategias que les aporten mayor seguridad en sí mismos a la hora de comunicarse.
Por ello, nuestro trabajo debe abordarse de forma global, centrándonos tanto en los aspectos propios del habla (la fluidez, las pausas,...), como en la persona, puesto que es imprescindible que comprendan y acepten su Tartamudez, para que sean capaces de enfrentarse a diferentes situaciones teniendo el control del habla. En las sesiones, irán adquiriendo estrategias que les aporten mayor seguridad en sí mismos a la hora de comunicarse.
La voz es un instrumento fundamental en la vida de cualquier persona, hacemos uso de ella en todo momento para comunicarnos. La voz es nuestro signo de identidad, nos muestra cómo somos, cómo nos sentimos, es única y propia de cada individuo.
En el momento en que nuestra voz cambia negativamente, o se ve afectada (cuando hablamos o cantamos) impidiendo que haya una producción natural de la voz, hablamos de Disfonía. Debemos diferenciarla de la Afonía, que es la pérdida total de la voz.
Por tanto, la Disfonía es una alteración de la voz hablada y cantada, donde se ven afectadas sus cualidades acústicas: timbre, tono, intensidad y variedad.
Los síntomas más frecuentes que se presentan son cambios en el tono de voz, ronquera, episodios de afonía, fatiga al hablar, tos, sensación de cuerpo extraño al tragar, necesidad de carraspear para aclararse la voz, tensión, dolor,…
Estas alteraciones que se producen en la voz pueden deberse a causas orgánicas (estructurales y neurológicas), funcionales y psicógenas. En relación a las causas orgánicas, se incluyen a nivel estructural: alteraciones en las cuerdas vocales (nódulos, pólipos, edema de Reinke,…), inflamación de la laringe, traumatismo por intubación,…
A nivel neurológico, la disfonía también aparece en la Enfermedad de Parkinson, Esclerosis Múltiple,… Las causas funcionales, aparecen por un mal uso de la voz (fatiga vocal, gritos, carraspeo excesivo,…). Por último, hablamos de las causas psicógenas, que son aquellas que van acompañadas de un trastorno psicológico (ansiedad, depresión,…).
Por todo ello, es de vital importancia antes de comenzar con el tratamiento, que se realice una exploración laríngea por parte del Otorrino (ORL) o de un Médico Foniatra, para comprobar el estado de las cuerdas vocales.
El tratamiento busca optimizar la voz lo máximo posible en función de su estado laríngeo y de las necesidades de cada paciente. El éxito de la rehabilitación también dependerá de la motivación e implicación del paciente; es importante que esté dispuesto a realizar algunos cambios en su rutina y eliminar malos hábitos.
La Afasia es un problema de comunicación que aparece como consecuencia de un daño cerebral y puede afectar tanto a la expresión como a la comprensión del lenguaje, o a ambos. Suele ir acompañada de problemas en la lectura y la escritura.
Sus causas son diversas: puede ser originada por un Daño Cerebral Adquirido (ictus, traumatismo craneoencefálico, tumores cerebrales, infecciones, epilepsia, …), o también puede aparecer por enfermedad neurodegenerativa. En estos casos, el paciente va perdiendo el lenguaje de forma progresiva. No obstante, hay que destacar que la principal causa de afasia es el ictus.
Existen distintos tipos de afasia. La zona afectada del cerebro determina qué problemas de comunicación se van a presentar. Para valorar el tipo de afasia se tienen en cuenta tres aspectos: la fluidez, la repetición y la comprensión.
Los pacientes pueden presentar trastornos asociados, tales como: trastornos motores, trastornos sensoriales, acalculia, disfagia, epilepsia, …
No afecta a todas las personas por igual; hay casos en los que sólo se ve alterado un aspecto del lenguaje y otros en los que la comunicación se ve gravemente comprometida. Por ello, la evolución en cada caso es diferente.
Tras la valoración del paciente, se establece un plan de tratamiento individualizado. Nuestro objetivo será lograr una comunicación lo más funcional posible para mejorar la calidad de vida del paciente.
En estos casos, la familia desempeña un papel fundamental; es necesario ofrecerles apoyo y guiarlos para que puedan adaptarse a la nueva situación y comunicarse lo mejor posible con su familiar.
La Esclerosis Lateral Amiotrófica es una enfermedad neurodegenerativa del sistema nervioso central que afecta a las neuronas motoras, las cuales se encargan de controlar el movimiento de la musculatura voluntaria. Al dañarse estas neuronas, dejan de enviar mensajes a los músculos de nuestro cuerpo y éstos no pueden realizar su función.
Progresivamente, va causando pérdida de control en los músculos necesarios para moverse, hablar, comer y respirar. Por lo que la autonomía de los pacientes se ve poco a poco más comprometida. Los sentidos y los músculos de los ojos se mantienen intactos, y es poco habitual que se vea afectada la capacidad cognitiva.
El tratamiento neurorrehabilitador debe realizarse de forma multidisciplinar, contando con diferentes profesionales (neurólogo, neumólogo, médico rehabilitador, logopeda, fisioterapeuta, psicólogo, …) que realicen un seguimiento periódico del paciente y vayan adaptando los recursos a medida que cambia su situación. En cualquier caso, la finalidad del tratamiento es prolongar la capacidad funcional y mejorar su calidad de vida lo máximo posible.
En Logopedia, realizamos la valoración y diagnóstico de los problemas de la comunicación y deglución que aparecen a consecuencia del daño cerebral; e inmediatamente desarrollamos el tratamiento.
En lo que a la comunicación se refiere, es habitual que los pacientes presenten dificultad para hablar (Disartria), lo que puede llegar a dificultar la comprensión del mensaje. Por otro lado, la deglución también se ve afectada, apareciendo dificultad para tragar (Disfagia) y resultando costoso pasar los alimentos (líquidos y/o sólidos) de la boca al estómago.
Asimismo, otra de nuestras funciones es el asesoramiento y enseñanza a los familiares de las distintas modificaciones que hay que ir haciendo. Es imprescindible comenzar el tratamiento en el inicio de la enfermedad, para anticiparse a las dificultades que puedan surgir e ir aprendiendo alternativas para comunicarse y estrategias para comer de forma segura, prolongando la capacidad funcional y favoreciendo la independencia.
En la consulta, nos adaptamos a cada paciente y, en caso necesario, nos trasladamos a su domicilio.
La Esclerosis Múltiple es una enfermedad neurológica que afecta al Sistema Nervioso Central (cerebro y la médula espinal). La sustancia que rodea y protege las células nerviosas, llamada mielina, es dañada por el propio sistema inmunológico. Esto provoca que los mensajes entre el cerebro y las distintas partes del cuerpo sean más lentos o incluso no lleguen a transmitirse, dando lugar a diferentes síntomas.
En función de las áreas del Sistema Nervioso Central afectadas y la magnitud del brote, en cada persona aparecerán diferentes síntomas con distinta intensidad. Los más frecuentes son: debilidad, hormigueo, poca coordinación, fatiga, problemas de equilibrio, mareos, alteraciones visuales, temblor, rigidez muscular, trastornos del habla, alteraciones urológicas, problemas en la función sexual, trastornos sensitivos y cognitivos.
El tratamiento debe tener un carácter multidisciplinar, contando con diferentes profesionales que realicen un seguimiento periódico del paciente y vayan adaptando los recursos a medida que cambia su situación. La finalidad del tratamiento es prolongar la capacidad funcional, mantener su autonomía y mejorar su calidad de vida lo máximo posible.
En Logopedia, realizamos la valoración, diagnóstico y tratamiento de los problemas de la comunicación oral y escrita, la voz y la deglución, que aparecen a consecuencia del daño cerebral. La aparición de dificultad para hablar es habitual, notándose la velocidad, ritmo y/o fluidez alteradas, lo que denominamos Disartria, y puede llegar a dificultar la comprensión del mensaje.
Por otro lado, la voz y la deglución se pueden ver afectadas, apareciendo dificultad para tragar (Disfagia) y resultando costoso pasar los alimentos (líquidos y/o sólidos) de la boca al estómago. El seguimiento de pautas y el trabajo diario en casa por parte del paciente son la base de la rehabilitación.
Asimismo, otra de nuestras funciones es el asesoramiento y enseñanza a los familiares de las distintas modificaciones que habrá que realizar. El tratamiento debe tener continuidad, teniendo en cuenta la evolución del paciente.
En la consulta, nos adaptamos a cada paciente y, en caso necesario, nos trasladamos a su domicilio.
Si crees que la Logopedia puede ayudarte a ti o a una persona allegada, no lo dejes pasar.